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Oficina del Secretario de Prensa
25 de octubre de 2006

Conferencia de Prensa del Presidente
The East Room

10:31 A.M. EDT

EL PRESIDENTE: Muchísimas gracias a todos. Dedicaré un poco más de tiempo de lo normal a mis comentarios iniciales, pero dejaré suficiente tiempo para las preguntas.

Durante los últimos tres años, me he dirigido a menudo al pueblo estadounidense para explicar los sucesos en Iraq. Algunos de estos sucesos fueron alentadores, como la captura de Sadam Husein, las elecciones en las cuales 12 millones de iraquíes desafiaron a los terroristas y votaron por un futuro en libertad, y la caída del brutal terrorista Zarqawi. Otros sucesos no fueron alentadores como el ataque contra la sede de la ONU en Bagdad, el hecho de que no encontramos reservas de armas de destrucción masiva y la continua pérdida de algunos de los mejores hijos e hijas de Estados Unidos.

President George W. Bush discusses Iraq with reporters during a press conference in the East Room Wednesday, Oct. 25, 2006. "I will send more troops to Iraq if General Casey says, I need more troops in Iraq to achieve victory," said President Bush in response to a reporter's question about the troops serving in Iraq. White House photo by Paul Morse Recientemente, tropas estadounidenses e iraquíes han iniciado una de las operaciones más agresivas contra las fuerzas enemigas en Bagdad desde que se inició la guerra. Han desalojado a terroristas y escuadrones de muerte de vecindarios y descubierto grandes escondites de armas, incluidas miras telescópicas para francotiradores y morteros y bombas de alto poder. Ha habido luchas encarnizadas. Muchos combatientes enemigos han sido eliminados o capturados, y hemos sufrido bajas entre nuestra gente. Este mes, hemos perdido 93 militares estadounidenses en Iraq, el más alto número desde octubre del 2005. Durante aproximadamente el mismo periodo, más de 300 miembros de las fuerzas de seguridad de Iraq han perdido la vida en la batalla. Los civiles iraquíes han sido víctimas de violencia abominable a manos de los terroristas, insurgentes, milicias ilegales, grupos armados y criminales.

Los sucesos del mes pasado han sido motivo de mucha preocupación para m y de mucha preocupación para el pueblo estadounidense. Hoy explicaré cómo estamos adaptando nuestras tácticas para ayudar al gobierno iraquí a lograr el control de la situación de seguridad. También explicaré por qué, a pesar de las dificultades y el derramamiento de sangre, sigue siendo crítico que Estados Unidos venza al enemigo en Iraq ayudando a los iraquíes a forjar una nación libre que pueda sostenerse y defenderse.

Nuestra seguridad dentro del país depende de garantizar que Iraq sea un aliado en la guerra contra el terrorismo y no se convierta en un refugio de terroristas como Afganistán bajo el Talibán. El enemigo que enfrentamos en Iraq ha evolucionado durante los últimos tres años. Después de la caída de Sadam Hussein, se engendró una insurgencia sofisticada y violenta. Al comienzo, esta insurgencia estaba constituida por lo que quedaba del Partido Baaz de Sadam Husein, como también delincuentes liberados por el régimen. La insurgencia fue incitada por al Qaida y otros terroristas extranjeros, que dedicaron la mayoría de su atención a ataques de gran notoriedad contra las fuerzas de la coalición y las instituciones internacionales.

President George W. Bush holds a press conference in the East Room Wednesday, Oct. 25, 2006. White House photo by Eric Draper Aprendimos algunas lecciones importantes en esa fase inicial de la guerra. Vimos cuán rápido al Qaida y otros grupos extremistas vendrían a Iraq para luchar y tratar de echarnos. Sobrevaloramos la capacidad del servicio civil en Iraq de continuar prestando servicios esenciales al pueblo iraquí. No esperábamos que el ejército iraquí, incluida la Guardia Republicana, desaparecieran de la manera en que lo hicieron durante el avance de las fuerzas de la coalición.

A pesar de estos reveses iniciales se alcanzaron logros muy importantes en medio de un periodo de suma violencia. El pueblo iraquí estableció un gobierno interino que asumió la soberanía. Los iraquíes eligieron un gobierno de transición; redactaron y adoptaron la constitución democrática más progresista del mundo árabe; a pesar de los coches bomba y asesinos, acudieron a las urnas valientemente para elegir un gobierno permanente conforme a esa constitución y, poco a poco, empezaron a formar un ejército nacional capaz.

Al Qaida y los insurgentes fueron incapaces de detener este progreso. Intentaron imponerse sobre nuestras tropas en lugares como Faluya y fueron derrotados. De modo que cambiaron de táctica. En una carta a Osama bin Laden que fue interceptada, el terrorista Zarqawi explicó su estrategia de arrastrar a la población chiíta de Iraq a una guerra sectaria. Debemos reconocer que la población chiíta se resistió por largo tiempo a responder a la horrenda violencia desplegada contra ellos.

Sin embargo, los persistentes atentados, especialmente el ataque de febrero pasado contra la Mezquita Dorada de Samarra, uno de los templos más sagrados de los musulmanes chiítas, provocaron finalmente represalias sectarias. El ciclo de violencia, en el cual los insurgentes de al Qaida atacaban a los civiles chiítas y los escuadrones de la muerte chiítas tomaban represalias contra los suníes, se ha incrementado en los últimos meses, particularmente en Bagdad.

Así como el enemigo cambia de táctica, nosotros también modificamos nuestra estrategia. Los estadounidenses no tienen la intención de tomar partido en una lucha sectaria ni de colocarse entre el fuego cruzado de facciones rivales. Nuestra misión es ayudar al gobierno elegido en Iraq a derrotar a enemigos comunes, a llevar paz y estabilidad a Iraq, y hacer que esa nación sea más segura. Nuestros objetivos no han cambiado. Somos flexibles en los métodos que usamos para lograr esas metas.

Por el lado militar, nuestros comandantes en el terreno están ajustando constantemente nuestras tácticas para adelantarnos a nuestros enemigos. Estamos afinando nuestra estrategia de entrenamiento de las fuerzas de seguridad iraquíes para poder ayudar a más de esas fuerzas a tomar el mando de la lucha y proporcionarles mejor equipo y capacidad de fuego para que tengan éxito. Hemos aumentado el número de asesores de la coalición en los Ministerios de Defensa y el Interior de Iraq para que puedan planear mejor y ejecutar más eficazmente las operaciones de seguridad contra el enemigo.

President George W. Bush walks into the East Room for a press conference in Wednesday, Oct. 25, 2006. "Our security at home depends on ensuring that Iraq is an ally in the war on terror and does not become a terrorist haven like Afghanistan under the Taliban," said President Bush. White House photo by Paul Morse Hemos cambiado la estructura de nuestras tropas para responder mejor a las condiciones en el terreno. Por ejemplo, durante las elecciones de Iraq, incrementamos los niveles de nuestras tropas a más de 150,000 efectivos para asegurarnos de que el pueblo pudiera votar. Más recientemente, hemos transferido a Bagdad más tropas iraquíes y de la coalición para que puedan ayudar a proteger la ciudad y reducir la violencia sectaria.

Después de algunos éxitos iniciales, nuestras operaciones para proteger Bagdad se han enfrentado a una creciente resistencia. Algunas de las fuerzas de seguridad iraquíes se han desempeñado por debajo de nuestras expectativas. Muchos se desempeñaron bien y están luchando valientemente en algunos de los barrios más difíciles de Bagdad. Una vez más, las tropas estadounidenses están haciendo una labor óptima en condiciones muy difíciles. Conjuntamente con los iraquíes, han llevado a cabo cientos de misiones por todo Bagdad. Gracias a sus acciones, líderes de los escuadrones de la muerte e insurgentes importantes fueron capturados o eliminados.

Mientras luchamos contra este enemigo, trabajamos con el gobierno iraqu para que desempeñe la labor. mejore el desempeño de sus fuerzas de seguridad, para que puedan retomar el control de la capital de la nación y finalmente asuman la entera responsabilidad de la seguridad de su país.

Una solución militar no puede detener la violencia por sí sola. Al final, el pueblo iraquí y su gobierno tendrán que tomar decisiones difíciles pero necesarias para resolver estos problemas. Así que, además de afinar nuestras tácticas militares para derrotar al enemigo, también estamos trabajando para ayudar a que el gobierno iraquí encuentre una solución política en la que concuerden los chiítas, suníes y kurdos, y otros grupos étnicos y religiosos.

Ayer, nuestro embajador en Iraq, Zal Khalilzad, presentó una estrategia de tres pasos. Primero, vamos a trabajar con líderes políticos y religiosos en todo Iraq, exhortándolos a dar pasos para aplacar a sus seguidores y detener la violencia sectaria.

En segundo lugar, estamos ayudando a los líderes iraquíes a llegar a un pacto nacional para resolver las cuestiones más difíciles que dividen a su país. El nuevo gobierno iraquí ha condenado la violencia proveniente de todos los sectores y ha aceptado un cronograma para la resolución de temas clave como el desarme de milicias ilegales y escuadrones de la muerte, el reparto de ingresos provenientes del petróleo, la enmienda de la constitución iraquí y la reforma del proceso de "desbaazificación".

Tercero, nos estamos acercando a los estados árabes como Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y Jordania, y solicitándoles que apoyen los esfuerzos del gobierno iraquí para persuadir a los insurgentes suníes a que depongan las armas y acepten la reconciliación nacional. La comunidad internacional también está apoyando un pacto internacional que esboza el respaldo que se le proporcionará a Iraq a medida que progresa en su propio programa de reforma.

Éstas son tareas difíciles para cualquier gobierno. Es importante que los estadounidenses tomen en cuenta que el gobierno de unidad del Primer Ministro Maliki asumió sus funciones hace sólo poco más de cinco meses. Piensen en eso. Este joven gobierno tiene que resolver una multitud de problemas creados por décadas de régimen tiránico. Y lo tienen que hacer en medio de un conflicto feroz, contra extremistas de dentro y fuera del país que están haciendo todo lo posible para impedir que este gobierno tenga éxito.

Estamos presionando a los líderes iraquíes para que tomen medidas audaces para salvar a su país. Estamos dejando en claro que la paciente [sic] de Estados Unidos no es ilimitada. Sin embargo, también comprendemos los difíciles desafíos que enfrentan los líderes iraquíes y no vamos a poner más presión sobre el gobierno iraquí de la que puede soportar. La manera de lograr el éxito en Iraq es ayudar al gobierno iraquí a fortalecerse y asumir cada vez más control sobre su país, lo más rápido posible.

Sé que el pueblo estadounidense comprende lo que está en juego en Iraq. Desean ganar. Apoyarán la guerra mientras vean que nos acercamos a la victoria. Los estadounidenses pueden estar seguros de que prevaleceremos debido a que las miles de personas inteligentes y dedicadas que conforman nuestro personal civil y militar están arriesgando su vida y trabajando día y noche para asegurarse de que tengamos éxito. Un distinguido panel independiente de republicanos y demócratas, encabezado por el ex secretario de Estado Jim Baker y el ex congresista Lee Hamilton está analizando la situación en Iraq desde nuevos ángulos y hará recomendaciones para ayudarnos a lograr nuestras metas. Agradezco esos esfuerzos. Mi gobierno evaluará cuidadosamente cualquier propuesta que nos ayude a lograr la victoria.

Soy responsable de darle al pueblo estadounidense una sincera evaluación de lo que nos espera. La lucha que se avecina será ardua. El camino a la victoria no será fácil. No debemos esperar una solución simple. El hecho de que la lucha sea ardua no significa que nuestros esfuerzos en Iraq no lo valgan. Al contrario: las consecuencias en Iraq tendrán un impacto decisivo en la seguridad de nuestro país, porque la derrota de los terroristas en Iraq es esencial para acabar con la causa del extremismo en el Oriente Medio. Si no derrotamos a los terroristas o extremistas en Iraq, tendrán acceso a vastas reservas de petróleo y usarán a Iraq como su base para derrocar a gobiernos moderados en el gran Oriente Medio. Lanzarán nuevos ataques contra Estados Unidos desde este nuevo refugio. Intentarán lograr su objetivo de un imperio musulmán radical que se extienda desde España hasta Indonesia.

Sé que muchos estadounidenses no están satisfechos con la situación en Iraq. Yo tampoco estoy satisfecho. Y por eso es que estamos dando nuevos pasos para ayudar a proteger Bagdad, y constantemente estamos ajustando nuestras tácticas en todo el país para adaptarnos a esta amenaza cambiante. Pero no podemos permitir que nuestra insatisfacción se convierta en desilusión sobre nuestro propósito en esta guerra. No debemos ver en cada éxito del enemigo un error de nuestra parte, un motivo de investigación o una razón para que nuestras tropas regresen a casa. No debemos caer presas de la sofisticada propaganda del enemigo, que está tratando de socavar nuestra confianza y hacernos creer que nuestra presencia en Iraq es la causa de todos sus problemas.

Si no creyera que nuestra misión en Iraq es vital para la seguridad de Estados Unidos, traería a nuestras tropas a casa mañana. He conocido a muchas esposas y esposos que han perdido a sus compañeros de vida, a demasiados niños que nunca volverán a ver a su mamá o papá. Se los debo a ellos y a las familias de quienes todavía tienen seres queridos en peligro, debo asegurarme que sus sacrificios no hayan sido en vano.

Nuestro país se ha enfrentado a la adversidad anteriormente, en tiempos de guerra. En guerras pasadas, perdimos a jóvenes estadounidenses que lo dieron todo para proteger nuestra libertad y estilo de vida. En esta guerra, hemos perdido a hombres y mujeres buenos que dieron la vida por una causa que es necesaria y justa. Nos acongoja cada pérdida, pero debemos estar preparados porque se avecinan más sacrificios. Los hombres y mujeres que visten el uniforme estadounidense son los mejores del mundo. Me impresiona su fortaleza y su carácter. Como informó ayer el general Casey en Iraq, "Los hombres y mujeres de las fuerzas armadas. nunca han perdido una batalla en los últimos tres años de guerra". Todos los estadounidenses se pueden enorgullecer de nuestras tropas y del trabajo vital que están haciendo para protegernos.

Nuestras tropas están luchando una guerra que decidirá el curso de este nuevo siglo. El resultado decidirá el destino de millones en todo el mundo. La derrota de los terroristas y extremistas es el desafío de nuestros tiempos y el llamado de esta generación. Estoy seguro de que esta generación responderá a ese llamado y derrotará una ideología cuyo propósito es destruir a Estados Unidos y todo lo que valoramos.

Y ahora, con gusto responderé algunas de sus preguntas. Terry.

P Señor Presidente, la guerra en Iraq ha durado casi tanto como la Segunda Guerra Mundial para Estados Unidos. Y como usted mencionó, octubre ha sido el mes más mortífero de este año. en un año para las tropas estadounidenses. ¿Cree que estamos ganando, y por qué?

EL PRESIDENTE: En primer lugar, éste es un tipo diferente de guerra que la guerra contra los fascistas en la Segunda Guerra Mundial. Nos enfrentamos a una nación estado. -dos naciones estado. tres naciones estado en la Segunda Guerra Mundial. Podíamos encontrar al enemigo al ubicar sus buques o aviones o soldados en el terreno. Ésta es una guerra contra extremistas y radicales que matan a personas inocentes para lograr objetivos políticos. Tiene frentes múltiples.

Afganistán fue un frente en esta guerra contra los terroristas. Iraq es ahora el frente central en la guerra contra los terroristas. Esta guerra es más que simplemente encontrar a gente y llevarla ante la justicia; esta guerra es un conflicto ideológico entre una ideología radical que no puede tolerar la libertad ni a gente moderada, razonable que tiene la esperanza de vivir en una sociedad pacífica.

Y, entonces, tomará mucho tiempo, Terry. Estoy seguro de que tendremos éxito. Estoy seguro de que tendremos éxito en Iraq. Y la razón por la cual confío en que tendremos éxito en Iraq es porque los iraquíes quieren tener éxito en Iraq. La victoria final en Iraq, que es un gobierno que pueda sostenerse, gobernarse y defenderse depende de que los ciudadanos iraquíes y el gobierno de Iraq hagan el trabajo arduo pero necesario para proteger a su país. Y nuestra labor es ayudarlos a lograr ese objetivo. Es más, mi opinión es que la única manera en que podemos perder en Iraq es si partimos antes de que se concluya la labor.

Y confío en que podemos tener éxito en la guerra más extensa contra el terrorismo, este conflicto ideológico. Estoy seguro de ello porque considero que el poder de la libertad siempre vencerá a la ideología del odio, si se le da una oportunidad. Creo que los radicales representan a unos cuantos en el Oriente Medio. Creo que la mayoría de la gente quiere vivir en un mundo pacífico. Eso es lo que creo.

Y sé que le corresponde a nuestro gobierno y a otros que gozan de las bendiciones de la libertad ayudar a los moderados a tener éxito porque, de otra manera, se presenta ante nosotros el potencial de este tipo de mundo: un mundo en el que compiten por el poder formas radicales de islamismo; un mundo en que los gobiernos moderados son derrocados por gente dispuesta a asesinar a inocentes; un mundo en que las reservas de petróleo son controladas por los radicales para chantajear a Occidente; un mundo en que Irán tiene un arma nuclear. Y si ocurriese eso, la gente pensaría sobre esta época y diría, ¿Qué le pasó a esa gente en el 2006? ¿Por qué no pudieron ver la amenaza para la futura generación?

La derrota sólo sucederá si Estados Unidos se vuelve aislacionista y se rehúsa a, número uno, protegernos a nosotros mismos, y dos, ayudar a aquéllos que desean pasar a ser. vivir en un mundo moderado, pacífico. Y es una lucha difícil, sin lugar a duda. Y es una lucha diferente.

P: ¿Estamos ganando?

EL PRESIDENTE: Por supuesto, estamos ganando. Al Qaida está huyendo. Es más, el cerebro o la persona que se piensa que es el cerebro de los ataques del 11 de septiembre está bajo nuestra custodia. Ahora tenemos un procedimiento que llevará a juicio a esta persona para que pague por lo que ha hecho. La mayor parte de al Qaida que planeó los ataques del 11 de septiembre ha sido llevada ante la justicia.

Los extremistas ya han jugado sus cartas; el mundo puede ver claramente sus ambiciones. ¿Saben? Cuando el estado palestino comenzó a progresar, unos extremistas atacaron a Israel para detener el progreso de un estado palestino. No soportan a las democracias. Los extremistas y radicales quieren socavar a la democracia frágil porque es una derrota a su forma de vida, su ideología.

Las personas ahora entienden qué está en juego. Estamos ganando, y ganaremos, a menos de que partamos antes de concluir la labor. Y la batalla crucial ahora es Iraq. Y como dije en mis declaraciones, comprendo cuán difícil es, verdaderamente difícil. Es difícil por una razón: porque el pueblo entiende qué está en juego con el éxito en Iraq. Y lo que le quiero enfatizar al pueblo estadounidense es, es que estamos ajustando constantemente nuestras tácticas para lograr la victoria.

Steve.

P Gracias, señor Presidente. ¿Está usted considerando enviar más tropas estadounidenses a Iraq? ¿Cuál sería la justificación para ello? ¿Y cuán confiable es este nuevo cronograma de 12 a 18 meses?

EL PRESIDENTE: Enviaré más tropas a Iraq si el general Casey dice, necesito más tropas en Iraq para lograr la victoria. Y así es como he estado manejando esta guerra. Le tengo mucha fe al general Casey. Le tengo mucha fe al embajador Khalilzad. Confío en que nuestros comandantes en el terreno nos dan los mejores consejos para que logremos una victoria. Deseo recordarles que una victoria es un gobierno que se pueda sostenerse, gobernarse . un país que se pueda gobernar, sostener y defender, y que sirva como un aliado en la guerra contra el terrorismo, lo que es muy diferente a un gobierno caótico, que sería un refugio para que el enemigo lance ataques contra nosotros.

Una manera de que el pueblo estadounidense entienda en lo que Iraq se puede convertir es como era Afganistán bajo el Talibán, un lugar donde no había libertad; un lugar donde las mujeres eran llevadas a una plaza pública y golpeadas si no se obedecían las estrictas, intolerantes pautas del Talibán, un lugar donde miles se entrenaban para atacar a Estados Unidos y nuestros aliados. Afganistán no tiene ni remotamente los recursos que tiene Iraq. Imaginen un refugio para un enemigo que se haga de los recursos que tiene.

Es. y entonces, ésta es una guerra en la cual yo les digo a nuestros generales, ¿Tienen lo que necesitan para ganar? Ahora, el general Casey habló sobre una parte de nuestra estrategia, y parte de esa estrategia es darle al gobierno iraquí las herramientas necesarias para que se proteja, que se defienda. Si eres capaz de defenderte, es más probable que puedas gobernarte también. Pero la política. la vía política por adelante y la vía militar por delante deben ir de la mano.

Y lo que el general estaba diciendo ayer es que hay un proceso de tres partes para facilitar que las fuerzas iraquíes puedan ayudar a este gobierno a darle seguridad a su país. Una era entrenar y equipar. El objetivo es 325,000 soldados; 137,000 militares y el saldo, policías.

En segundo lugar estaba poner a las fuerzas de seguridad iraquíes al frente. Seis de 10 divisiones ahora están al mando para ayudar a que este gobierno se defienda. La estrategia ha sido incorporar personal estadounidense, oficiales y oficiales sin rango, a estas fuerzas para ayudarles a ganar la confianza y la capacidad para ser efectivos cuando estén al mando.

Y la tercera parte es que las fuerzas de seguridad iraquíes puedan operar independientemente. Y éste, quizás, será uno de los aspectos más difíciles de lograr: tener a los iraquíes totalmente preparados, porque eso quiere decir que ellos tienen que poder manejar, mantener sus vehículos, proveer logística, tener servicios de apoyo para el combate. Y eso es lo que el general Casey estaba describiendo.

La clave es que nuestros comandantes sientan que hay. que ellos tienen suficiente flexibilidad para formular un programa para hacerles frente a las condiciones en el terreno. Vean, la primavera pasada, pensé por un tiempo que podríamos reducir el número de nuestras tropas a principios del próximo año. Eso pensé. Pero como no teníamos un cronograma fijo y como el general Casey, el general Abizaid y los otros generales allí entienden que la manera en que estamos manejando esta guerra es dándoles flexibilidad, la confianza necesaria para venir y hacer las recomendaciones correctas aqu en Washington, D.C., ellos decidieron que eso no iba a suceder. Y, entonces, lo que él les estaba describiendo era el camino por delante para asegurarnos de que los iraquíes estén plenamente preparados para defenderse.

P ¿Qué hay de la proyección de 12 a 18 meses?

EL PRESIDENTE: Es una condición, una proyección básica. Y es importante que el pueblo estadounidense lo sepa. Esa noción, saben, de un cronograma fijo para retirarnos, es en mi criterio. un camino a la derrota. Tú no te puedes ir hasta que termines la labor. Nuestra misión es terminar el trabajo tan pronto como sea posible.

Déjenme ver. David.

P Señor Presidente, por varios años usted ha venido diciendo que Estados Unidos mantendrá el curso en Iraq; que usted estaba comprometido con esa política. Y ahora usted dice que no, no está diciendo mantengan el curso, que usted se está adaptando para ganar, que usted está demostrando flexibilidad. Y como usted mencionó, de Bagdad ahora estamos escuchando sobre requerimiento y cronogramas del gobierno iraquí, según versiones de oficiales estadounidenses, para detener la violencia sectaria.

En el pasado, los demócratas y otros críticos de la guerra que hablaron sobre requerimientos y cronogramas fueron catalogados como derrotistas, derrócratas, o personas que querían salir corriendo. Así es que, ¿por qu el pueblo estadounidense no debe concluir que esto que usted dice no es nada más que matices semánticos, juegos de palabras y política pura dos semanas antes de las elecciones?

EL PRESIDENTE: David, hay una diferencia significativa entre requerimientos para logros que el gobierno debe alcanzar y un cronograma para el retiro de tropas. Usted está hablando. cuando está hablando de requerimientos, él está hablando del hecho de que estamos trabajando con el gobierno iraquí para tener ciertos requerimientos a alcanzar como una manera de determinar si están tomando las decisiones difíciles necesarias para llegar a la paz. Creo que eso es a lo que se está refiriendo. Y estamos trabajando con el gobierno iraquí para formular esos requerimientos.

Oigan, éste es un gobierno soberano. Fue elegido por el pueblo de Iraq. Lo que les estamos pidiendo es que digan, cuándo piensan que van a lograr esto, cuándo pueden hacer esto, para que el mismo pueblo en Iraq pueda ver que el gobierno avanza en su plan de reconciliación y los planes necesarios para unificar a este gobierno.

Eso es considerablemente distinto, David, a que la gente diga, queremos una fecha específica para salir de Iraq. Es más, los requerimientos aumentarán la probabilidad de que ganemos. Retirarnos con un cronograma artificial significa que perdemos.

Ahora, estoy dando el discurso -me está preguntando por qué estoy dando este discurso hoy- porque hay. creo que le debo una explicación al pueblo estadounidense, y continuaré dando explicaciones. El pueblo necesita saber que tenemos un plan para la victoria. Como dije en mis comentarios iniciales, comprendo plenamente que si el pueblo piensa que no tenemos un plan para la victoria, no van a apoyar este esfuerzo. Y por tanto, continuaré hablando sobre el camino por delante.

Jessica.

P: Señor, usted ha llamado a Irán parte del "eje de maldad" y a Siria un "estado que patrocina el terrorismo". Usted dijo hoy que su gobierno considerará cualquier propuesta que nos ayude a lograr una victoria. Así es que me pregunto si resulta que Irán y Siria podrían ayudarlo a alcanzar una victoria en Iraq, ¿estaría usted dispuesto a trabajar con ellos?

EL PRESIDENTE: Irán y Siria comprenden muy bien que el mundo espera que ellos ayuden a Iraq. Se lo hemos dejado muy claro.

Permítanme hablarles sobre el tema de Irán. Tenemos muchos problemas con Irán. El primero es si ellos van a ayudar o no al éxito de esta joven democracia. El segundo problema, por supuesto, es si van a ayudar o no al éxito de la democracia libanesa.al gobierno de Siniora, que es. una prioridad de este gobierno es ayudar al gobierno de Siniora. El gran problema ahora es si Irán logrará conseguir o no armas nucleares. Y, entonces, nuestros problemas con Irán son muchos. Y nuestra posición es muy clara para los iraníes: Hay una mejor manera para que el gobierno y el pueblo avancen que estar aislados.

Y continuaremos trabajando para que le quede claro al gobierno iraní que esos tres cargos y el patrocinio de terroristas le causarán más aislamiento. Tenemos un esfuerzo diplomático muy activo en pie. Los iraníes conocen nuestra posición sobre Iraq, y la conocen muy claramente. Lo que es más importante aún, conocen la posición de Iraq relativa a Irán. Estamos ayudando a un gobierno soberano a tener éxito. Y los iraquíes han enviado mensajes a los iraníes: Para ayudarnos a tener éxito, no interfieran en nuestros asuntos internos.

En lo que se refiere a Siria, nuestro mensaje a Siria ha sido uniforme: No socaven el gobierno de Siniora en el Líbano; ayúdennos a recuperar al. ayuden a Israel a recuperar al prisionero que fue capturado por Hamas; no le permitan a Hamas y Jezbolá planear ataques contra las democracias en el Oriente Medio; ayuden a Iraq con sus problemas internos. Ellos también conocen nuestra posición, Jessica.

P: ¿Puedo hacer otra pregunta? El mismo James Baker ha dicho que cree que Estados Unidos debe colaborar con Irán. Por lo tanto, ¿usted estaría dispuesto a trabajar con Irán de una manera que permita algún tipo de negociación en Iraq, aun si éstos no participan en las negociaciones de P-3 y P-5?

EL PRESIDENTE: Jessica, Irán tiene la oportunidad de sentarse a la mesa con Estados Unidos para tratar una variedad de temas. Y el camino por delante es uno que dejé en claro en anteriores conferencias de prensa, y es que si abandonaban el enriquecimiento de manera verificable, Estados Unidos se sentaría a la mesa con ellos. Mientras tanto, comprenden nuestra posición y lo que es más importante aún, comprenden la posición iraquí sobre su interferencia dentro de su país.

P Gracias, señor Presidente. El Primer Ministro Maliki aparentemente tuvo su propia conferencia de prensa esta mañana, en la que parecía estarse refiriendo al embajador Khalilzad y al general Casey ayer, cuando dijo, nadie tiene el derecho a fijar ningún cronograma en Iraq. y también, parecía estar molesto sobre la incursión en la ciudad de Sadr, al decir que no se le había consultado. Y creo que dijo literalmente, "No se repetirá". ¿Aún tiene plena y total confianza en el Primer Ministro Maliki como aliado en Iraq? ¿Y qué le puede decir al pueblo estadounidense sobre su capacidad de frenar a las milicias ya que parece derivar gran parte de su poder de ellas?

EL PRESIDENTE: Sí. Primero, regresamos a la pregunta que hizo David acerca de requerimientos. Usted los llamó "cronogramas".

P Él lo hizo, señor.

EL PRESIDENTE: Está bien, él los llamó "cronogramas", discúlpeme. Considero que se estaba refiriendo a los requerimientos que estamos desarrollando que muestran los avances a realizar por el pueblo iraquí, y el pueblo estadounidense, de paso, sobre cómo este gobierno de unidad resolverá problemas y unificará a la gente. Y si su argumento es, es que esos requerimientos o avances no pueden ser impuestos en Iraq por una fuerza extranjera, está en lo correcto. Éste es un gobierno soberano. Pero estamos trabajando estrechamente con el gobierno para poder decir, esto es lo que sucederá a continuación, esto es lo que esperamos que suceda ahora, esto es lo que se puede esperar en el futuro.

¿La segunda parte de su pregunta?

P Me preguntaba, en primer lugar, ¿parecería que estaba rechazando.?

EL PRESIDENTE: Ah, sobre las sectarias. sobre las milicias. Lo escuché y pedí ver la trascripción completa de esta conferencia de prensa, en la que dejó muy en claro que las milicias perjudican la estabilidad de su país. Las milicias. es necesario lidiar con las personas que operan fuera. al margen de la ley. Eso es lo que el Primer Ministro dijo en su conferencia de prensa. La idea de que necesitamos coordinar con él es un. no tiene sentido para mí. Y están teniendo lugar muchos operativos, lo que significa que a veces la comunicación no es tan buena como debería. Y continuaremos trabajando muy estrechamente con el gobierno para asegurarnos de que la comunicación sea buena.

Sí, creo que el Primer Ministro Maliki es el hombre apropiado para lograr el objetivo en Iraq. Tiene un trabajo difícil. Ha estado allí cinco meses, un poquito más de cinco meses, y está sometido a mucha presión, presión desde dentro de su país. Tiene que lidiar con la violencia sectaria; tiene que lidiar con los delincuentes; tiene que lidiar con al Qaida. todos los cuales son letales. Ésta es gente dispuesta a matar. Y quiere lograr el mismo objetivo que yo deseo lograr y está tomando decisiones difíciles.

Estoy impresionado, por ejemplo, por la manera en que ha logrado que los líderes religiosos, tanto suníes como chiítas, comiencen a trabajar juntos. Agradezco el hecho de que se haya pronunciado muy claramente sobre las milicias. Y, por cierto, los miembros de los escuadrones de la muerte están siendo llevados ante la justicia en estas. durante estos operativos en Bagdad.

Hablo con él bastante frecuentemente y le recuerdo que estamos con él, siempre que continúe tomando las decisiones difíciles. Eso es lo que esperamos. Esperamos que el gobierno iraquí tome las decisiones difíciles pero necesarias para unir al país y que escuche lo que le piden 12 millones de personas.

Veamos aquí. Sí, señor, Bret.

P Gracias, señor Presidente. Los líderes de Corea del Norte hoy aparentemente le advirtieron a Corea del Sur que no respaldara las sanciones internacionales, diciendo que Corea del Sur pagaría un precio alto si lo hacía. ¿Aún está seguro de que Corea del Sur y China pondrán en pleno vigor las sanciones aprobadas por la ONU? Y, ¿qué sucede si Corea del Norte continúa tomándole el pelo al mundo?

EL PRESIDENTE: Creo que. en primer lugar, me informó sobre este tema recientemente la secretaria de Estado, que acaba de regresar del Lejano Oriente. Se reunió con los japoneses, surcoreanos, chinos y rusos. Su informe es que todos los países comprenden que debemos trabajar juntos, estrechamente, para resolver este problema de manera pacífica. Y eso significa cumplir con la más reciente resolución que fue aprobada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Al líder de Corea del Norte le gusta amenazar. En mi opinión, lo que está haciendo es simplemente someter a prueba la voluntad de los cinco países que están trabajando juntos para convencerlo de que hay un mejor camino por delante para su pueblo. No sé las palabras exactas que usó, pero es. ésta no es la primera vez que nos ha amenazado. Y nuestro objetivo es continuar recordándoles a nuestros aliados que cuando trabajamos juntos, tenemos más probabilidades de poder lograr el objetivo, que es resolver este problema diplomáticamente. Y, entonces, les informaré que la coalición sigue firme en su cometido y continuaremos trabajando para asegurarnos de que lo siga estando.

Baker.

P Gracias, señor Presidente. Gracias por aceptar preguntas hoy.

EL PRESIDENTE: ¿Cómo dijo?

P Gracias por aceptar preguntas hoy.

EL PRESIDENTE: Baker, estoy feliz de poder hacerlo, hermano. (Risas.) No puedo decirles lo placentero que es. (Risas.)

P En su primera campaña para la presidencia, señor, habló sobre la importancia de responsabilizarse por los actos. Nos enteramos por el reciente libro de Bob Woodward que el secretario Card, en dos ocasiones, sugirió que usted reemplazara al secretario Rumsfeld, y en ambas ocasiones usted dijo que no. Ya que la guerra en Iraq no va tan bien como quisiera y dado que no está satisfecho, como nos acaba de decir hoy, ¿por qué no se ha hecho que alguien rinda cuentas? ¿Debería alguien rendir cuentas?

EL PRESIDENTE: Peter, me está preguntando por qué creo que el secretario Rumsfeld está haciendo una buena labor, creo, si puedo descifrar el código de Washington.

P ... u otra persona.

EL PRESIDENTE: Bueno, comencemos con Rumsfeld, el secretario Rumsfeld. Le he pedido que realice ciertas tareas difíciles como secretario de Defensa. una, ir a la guerra en dos frentes distintos de esta guerra contra el terrorismo, Afganistán e Iraq, y a la vez, le he pedido que transforme nuestra posición militar en todo el mundo y nuestra preparación militar aquí dentro del país. En otras palabras, el esfuerzo de transformación en sí es un gran proyecto para cualquier secretario. Pero para complicar el trabajo que tiene, ha tenido que hacer eso y, a la vez, librar la guerra. Y estoy satisfecho con la manera en que ha realizado todas sus tareas.

Es un administrador inteligente, recio, capaz. E importantemente, comprende que la mejor manera de librar esta guerra, ya sea en Iraq o en cualquier otra parte del mundo, es asegurarnos de que nuestras tropas estén preparadas, la moral esté alta, que transformemos la esencia de nuestros servicios militares para hacerles frente a las amenazas y que les demos a nuestros comandantes en el terreno la flexibilidad necesaria para hacer cambios tácticos para lograr la victoria.

Esta guerra en Iraq es difícil. Es decir, es una lucha difícil, no hay lugar a duda. Todo lo que tienen que hacer es prender sus televisores. Pero creo que la estrategia militar que tenemos va a surtir efecto. Eso es lo que creo, Peter. Y, entonces, hemos hecho cambios durante toda la guerra, continuaremos haciendo cambios durante toda la guerra. Pero lo importante es si tenemos o no la estrategia y las tácticas necesarias para lograr ese objetivo. Y creo que sí las tenemos.

Dick.

P Y de.

EL PRESIDENTE: Espérese un minuto, permítanme decir. la responsabilidad última, Peter, recae en mí. Ésa es la. está preguntando sobre la responsabilidad, eso. recae en mí. De eso se trató la campaña del 2004. Si la gente quiere. si la gente está descontenta sobre ello, miren directamente hacia el Presidente. Considero que nuestros generales están realizando la labor que les pedí que hicieran. Son hombres y mujeres competentes, inteligentes y capaces. Y este país les debe mucha gratitud y apoyo.

Sí, ahora Dick, lo siento.

P Señor Presidente.

EL PRESIDENTE: Fue una repreguntita astuta que coló por allí. Lo siento, Gregory. Digo, miren. Gregory aún está molesto que no pudo hacerle seguimiento, pero está bien.

P Señor Presidente, usted ha dicho varias veces esta mañana aquí que la definición de fracaso en Iraq sería partir antes de que concluya la labor. Pero también dijo que no tiene ninguna intención de ver a nuestras tropas entre el fuego cruzado de una guerra sectaria dentro de ese país. Ya que muchos observadores en el terreno están diciendo que la guerra civil en Iraq está más reñida que nunca, ¿cómo reconcilia esas dos declaraciones? ¿Y qué pasa si se inicia una guerra civil total?

EL PRESIDENTE: Dick, nuestra labor es evitar que se dé una guerra civil total para comenzar. Es una de las misiones, es trabajar con el gobierno de Maliki para asegurarnos de que haya un camino político por delante que le diga al pueblo de Iraq, no vale la pena. La guerra civil no vale la pena. para ellos. Ése es todo el objetivo, ayudar a este gobierno a poder defenderse y sostenerse, para que las 12 millones de personas que votaron. no votaron por la guerra civil, votaron por vivir conforme a una constitución que fue aprobada. Y, entonces, trabajaremos para evitar que eso suceda. Yo.

P ¿Qué hay.?

EL PRESIDENTE: Permítame terminar. Veo esto como una lucha entre radicales y extremistas que están tratando de evitar que haya una democracia, por una variedad de motivos. Y nos conviene que las fuerzas de la moderación prevalezcan en Iraq y en otros lugares del Oriente Medio. Una derrota allá. en otras palabras, si nos retirásemos antes de concluir la labor, eso envalentonaría a los extremistas. Dirían, ¿saben? Estábamos en lo correcto con respecto a Estados Unidos, para comenzar, que Estados Unidos no tenía la voluntad necesaria para cumplir con la difícil labor. Eso es lo que Osama bin Laden ha dicho precisamente, por ejemplo. Una derrota facilitaría que pudieran reclutar a extremistas y muchachos, que pudieran usar sus tácticas para destruir vidas inocentes. Una derrota desanimaría a la gente en todo el Oriente Medio que se pregunta si Estados Unidos es sincero sobre nuestro compromiso con la moderación y democracia.

Y le dije cuál podría ser la situación hipotética, Dick, dentro de 20 o 30 años, si abandonamos antes de concluir la labor. Es un asunto serio. Y es por eso que dije que es el llamado de esta generación. Y comprendo lo difícil que es, ¿ven? pero también dije en mis declaraciones, sólo porque el enemigo ha podido alcanzar ciertos logros no significa que debamos darnos por vencidos. Muy al contrario; deberíamos hacer todo lo que podamos para ayudar a evitar que alcancen logros. Y ésa es nuestra estrategia.

Elaine.

P ¿Qué pasa si hay una guerra civil?

EL PRESIDENTE: Me está preguntando algo hipotético. Nuestra labor es asegurar que no suceda, ¿ve? Ha estado acá cinco años y medio, saben que no respondo preguntas hipotéticas. De vez en cuando caigo, pero.

P Gracias, señor Presidente. Usted habla del gobierno de Estados Unidos y el gobierno de Iraq trabajando estrechamente y juntos en requerimientos. Me pregunto, señor, por qué el Primer Ministro Maliki no estuvo en la conferencia de prensa ayer con el general Casey y el embajador Khalilzad? ¿No habría enviado eso un mensaje firme de que existe un nivel de cooperación muy estrecha entre los dos gobiernos?

EL PRESIDENTE: Elaine, no tengo idea por qué no estuvo allí.

P ¿Lo invitaron, señor?

EL PRESIDENTE: No tengo idea. No soy el programador de conferencias de prensa. Sí sé que trabajan muy estrechamente y tienen una relación de trabajo muy estrecha, y eso es importante.

P Le puedo preguntar, señor, para hacerle seguimiento, cuando dice que no está satisfecho con la manera en que van las cosas en Iraq, ¿por qué no ha de ser interpretado eso por algunos como que está insatisfecho con la actuación del Primer Ministro Maliki?

EL PRESIDENTE: Porque conozco al Primer Ministro Maliki, sé cuán difícil es su labor y comprendo que está esforzándose por tomar las decisiones necesarias para unificar a este país. Y él. miren, lo presionaremos, pero no lo presionaremos al grado que no pueda lograr el objetivo. Y continuaremos trabajando con él. Representa a un gobierno constituido por el pueblo de Iraq. Es un. tiene un trabajo difícil. Digo, piensen sobre cómo es su trabajo. Tiene que lidiar con facciones políticas. Tiene que lidiar con el odio que queda de la tiranía de Sadam Husein.

Hay mucha gente que aún está furiosa sobre lo que les sucedió durante el periodo de Sadam Husein. Se pueden imaginar. ¿Qué pasa si su hermano o hermana ha sido asesinado por Sadam Husein y su partido político? Estarían. no estarían contentos al respecto. La reconciliación es difícil en una sociedad que ha estado dividida y ha sido torturada por un tirano.

Y el Primer Ministro Maliki tiene el difícil trabajo de reconciliar esos reclamos y diferentes partidos políticos encima de eso, además de lidiar con la violencia. He hablado mucho con él. Me gusta su ánimo, me gusta su actitud. Está seguro de que puede lograr la misión. No es. Es realista sobre cuán difícil es la situación en Iraq.

A nuestro gobierno le conviene ayudarlo a tener éxito porque quiere un país unificado. Y creo que tendrá éxito. Sé que no vamos a tener éxito, sin embargo, si fijamos un cronograma artificial para la retirada o salimos de allí o le decimos al enemigo, continúen luchando, partiremos pronto. Eso no funcionará. Lo que funcionará es una estrategia que constantemente. tácticas que constantemente cambian para hacerle frente al enemigo. Y eso es lo que estaba describiendo en mi discurso, estamos haciendo reajustes constantes. Y a medida que el enemigo cambia, nosotros cambiamos. La guerra no es una. esta guerra y otras guerras no son estáticas. Son sucesos dinámicos. Y debemos hacer ajustes para afrontar esos sucesos, y lo estamos haciendo.

Jim.

P Gracias, señor Presidente. ¿Estados Unidos quiere mantener bases permanentes en Iraq? Y, a continuación preguntaría, ¿está dispuesto a desistir de solicitar bases permanentes en Iraq?

EL PRESIDENTE: Jim, cualquier decisión sobre la permanencia en Iraq la tomará el gobierno de Iraq. Y francamente, no está en una posición de estar pensando sobre cómo lucirá el mundo dentro de cinco o 10 años. Están trabajando para asegurarse de que tengamos éxito a corto plazo. Y necesitan nuestra ayuda. Y en eso nos estamos concentrando.

Pero recuerden, cuando hablen de bases y tropas, estamos tratando con un gobierno soberano. Ahora, llegamos a un acuerdo con el gobierno de Karzai. No se les llamó bases permanentes, sino que se les llamó arreglos que ayudarán a este gobierno a comprender que habrá una presencia de Estados Unidos siempre que los quieran allá. En el momento oportuno, estoy seguro de que estaremos dispuestos a sentarnos a hablar sobre la seguridad a largo plazo de Iraq. Pero ahora mismo estamos hablando sobre cómo crear seguridad en Bagdad y qué hacer en la provincia de al Anbar, donde al Qaida aún usa métodos violentos para lograr objetivos políticos.

¿Saben? Es interesante, si. estoy seguro de que la gente que ve sus pantallas de televisión piensa que todo el país está inmerso en un conflicto sectario y que hay matanzas constantes por todo Iraq. Bueno, si escucharon al general Casey ayer, 90 por ciento de la acción tiene lugar en cinco de las 18 provincias. Y alrededor de Bagdad, se limita a una zona de 30 millas. Y la razón por la cual lo menciono es que aunque a nuestros ciudadanos estadounidense les parece que no está sucediendo nada normal -y comprendo por qué, hay un ambiente brutal allá, particularmente lo que está en nuestras pantallas de televisión- que hay agricultores cultivando las tierras, que hay pequeñas empresas creciendo, hay una moneda que es relativamente estable, hay una clase empresarial, hay comercio. El general Abizaid me estaba describiendo cómo es ir a los mercados de Bagdad.

Queda mucho trabajo por hacer, no me malinterpreten, pero es. hay gente que lleva vidas relativamente normales que creo que. creo firmemente que quiere continuar con esa normalidad, y depende del Primer Ministro Maliki hacer todo lo que pueda para hacer la situación lo más segura posible.

Ann. Lo siento, Rutenberg, ha terminado.

P Gracias, señor. ¿Son las próximas elecciones un referendo sobre Iraq? ¿Deberían serlo?

EL PRESIDENTE: Creo que las próximas elecciones son un referendo sobre dos cosas: cuál partido tiene el plan que permitirá que nuestra economía continúe creciendo y cuál partido tiene un plan para proteger al pueblo estadounidense. E Iraq es parte de la seguridad de Estados Unidos. Si tenemos éxito. y cuando tengamos éxito en Iraq, nuestro país estará más seguro. Si no tenemos éxito Iraq, el país estará menos seguro.

La seguridad de este país. y miren, comprendo que aquí en Washington, cierta gente dice que no estamos en guerra. Lo sé. Simplemente están equivocados, en mi opinión.

El enemigo aún quiere atacarnos. El enemigo aún quiere obtener un refugio desde el cual conspirar y planear. Al enemigo le gustaría tener armas de destrucción masiva para atacarnos. Éstos son asesinos letales, crueles. Y debemos hacer todo lo que podamos para proteger al pueblo estadounidense, lo que incluye interrogar detenidos o escuchar sus llamadas telefónicas desde fuera del país hacia dentro del país. Y hubo. como saben, hubo ciertos votos recientes al respecto. Y los demócratas votaron contra darles a nuestros profesionales las destrezas. las herramientas necesarias para proteger al pueblo estadounidense.

Repetiré, como les he dicho a menudo, no cuestiono su patriotismo; cuestiono si comprenden o no cuán peligroso es este mundo. Y éste es un tema importante en la campaña. La seguridad del país es un tema, así como los impuestos son un tema. Si se aumentan los impuestos, esto perjudicará la economía. Si no se extienden los recortes tributarios, si no se hacen. en otras palabras, si se permite que los recortes tributarios expiren, será un aumento de impuestos para el pueblo estadounidense.

Consideren el crédito tributario por hijo; si no se hace permanente, en otras palabras, si expira, y uno tiene una familia de cuatro sentada alrededor de la mesa del desayuno, los contribuyentes pueden estar seguros de que sus impuestos aumentarán en $2,000: $500 por ese niño, $500 por el de allá, $500 por éste y $500 por ese. Ése es un aumento de impuestos. Y sacar $2,000 de los bolsillos de la gente trabajadora dificultará poder mantener el crecimiento económico.

Por lo tanto, los dos temas que veo en la campaña se pueden resumir como quién es mejor para proteger a este país y quién es mejor para mantener bajos los impuestos. De eso se trata el referendo.

Déjenme ver. David. Espérese un minuto. David.

P Gracias, señor. Habla desde hace mucho tiempo sobre la importancia de que cuando el gobierno federal participa en un proyecto, gastando dinero y recursos, de evaluar el éxito, la responsabilidad, como dijo Peter. Ahora ha fijado ciertos requerimientos para el gobierno de Maliki. Usted dijo que esperaba que tomara decisiones difíciles. ¿Le puede decir al pueblo estadounidense cómo planea evaluar su éxito en lograr esos puntos y qu sucede si no logra esos puntos?

EL PRESIDENTE: David, el primer objetivo es desarrollar requerimientos con el que el gobierno concuerde y que pensamos que son importantes. No pueden. es realmente importante que el pueblo estadounidense comprenda que decir, está bien, estos son los requerimientos a los que debe ceñirse, no funcionará tan eficazmente, ni mucho menos, que si tuviésemos. cuando el propio gobierno los suscribe, el gobierno soberano de Iraq.

Y, entonces, el paso es decirle al gobierno de Maliki, lo cual estamos haciendo, permítannos trabajar conjuntamente en una serie de requerimientos para lograr distintos objetivos. Y el propósito de eso es asegurarle al pueblo de Iraq que este gobierno de unidad trabajará para. a favor de mejoras del pueblo iraquí. En otras palabras, será beneficioso que el gobierno le diga al pueblo iraquí, esto es lo que tenemos planeado hacer y éste es el momento en que tenemos planeado hacerlo.

También será beneficioso para el pueblo estadounidense poder ver que este gobierno iraquí va a tomar las decisiones difíciles que son necesarias para avanzar, para lograr el objetivo. Y de eso estamos hablando en cuestión de requerimientos. Es. nuevamente, repito: No se debe esperar que nuestro gobierno le imponga estos requerimientos a un gobierno soberano. Se debe esperar que trabaje estrechamente con ese gobierno para trazar un camino por delante con el que el gobierno se sienta cómodo. Y probablemente habrá manzanas de la discordia durante estas discusiones, pero de todos modos, respetaremos el hecho que el gobierno de Iraq es soberano, y ellos deben respetar el hecho que tenemos paciencia, pero no paciencia ilimitada.

P ¿Qué pasa si esa paciencia se acaba?

EL PRESIDENTE: ¿Ven? Esa es la pregunta hipotética que Keil está tratando de hacerme contestar. ¿Por qué no nos esforzamos en asegurarnos de que no funcione. no se acabe? Ése es el objetivo. Eso es lo que hace la gente positiva. Dicen, pondremos algo en lugar y trabajaremos para lograrlo.

Veamos aquí. Steven.

P Gracias, señor Presidente. Con un Congreso republicano, no logró tres objetivos importantes de su segundo periodo: la reforma del Seguro Social, una revisión del código tributario y una ley integral de inmigración. ¿Por qué los estadounidenses no han de darles a los demócratas una oportunidad de trabajar con usted con respecto a estos asuntos, particularmente cuando al parecer, un gobierno dividido funcionaba a fines de los años noventa en cuanto al presupuesto?

EL PRESIDENTE: Esa es una preguntita con trampa allí. (Risas.) Primero, no me he dado por vencido con ninguno de esos asuntos. Me quedan dos años para alcanzarlos. Y creo firmemente que es más probable lograr esos tres objetivos con un Congreso controlado por los republicanos y un Senado controlado por los republicanos. Y creo que estaré trabajando con un Congreso controlado por los republicanos y un Senado controlado por los republicanos.

Entiendo que aquí en Washington hay quienes ya han decidido los resultados de las elecciones, como si se hubieran acabado incluso antes de que la gente, en efecto, comience a ir. vote. Pero eso no es lo que veo cuando salgo de campaña. Sí, hay gente que está cantando victoria aquí en Washington, D.C.; están haciendo que les midan las cortinas; están yendo allá al Capitolio y diciendo, mi nueva oficina luce bella. Creo que tendr cortinas de este tamaño o este color. Pero el pueblo estadounidense decidirá, y decidirá esta contienda según quién es mejor para proteger al pueblo estadounidense y quién es mejor para mantener bajos los impuestos.

En segundo lugar, les diré lo que veo. no lo preguntaron, pero les dir de todos modos. Veo que hay mucho entusiasmo entre los activistas de base. Nuestra gente está saliendo por allá a encargarse de los teléfonos y poner letreros en los jardines. ¿Saben? Se están presentando cuando es hora de. estos votos por correo. Estamos organizados. Tenemos una fabulosa organización de base para hacer que la gente salga a votar. Esta campaña, obviamente, tiene trascendencia nacional, no hay duda alguna: la guerra en Iraq, la seguridad del país, la vitalidad económica y el crecimiento. Pero cada una de estas elecciones resulta ser de alcance y carácter local.

Y tenemos candidatos buenos que están realizando campañas enérgicas. Y vamos a ganar. Ahora, sé que eso va en contra de la opinión ortodoxa aquí. No estoy indicando que nadie en este grupo augusto ya ha decidido los resultados de las elecciones, pero están sacando reseñas sobre quién va a ser tal y cual persona que dirigirá tal oficina o ésta que va a. las revistas tienen todo tipo de nuevas estrellas en ciernes cuando aún no han obtenido los votos.

De todos modos, gracias por preguntarme sobre la campaña. Estoy divirtiéndome con ella. Me gusta hacer campaña. Es lo que la gente como yo hace para llegar acá. Hacemos campaña. Estrechamos manos, ¿saben?, y pronunciamos discursos. Y Laura también está haciendo campaña. Desde mi punto de vista, nuestra gente está lista para salir a votar por. votar para que nuestros candidatos vuelvan al poder.

Permítanme ver aquí, Michael Allen.

P Gracias, señor Presidente. Su comentario anteriormente que la primavera pasada creía que los soldados podrían venir a casa a comienzos del próximo año.

EL PRESIDENTE: Sí.

P . Me pregunto si podría hablarnos sobre cómo llegó a pensar eso y durante qué periodo, o si se debió a un suceso único lo que lo hizo darse cuenta de que eso no era factible.

EL PRESIDENTE: No, no, no, mire, Mike, funciona así. Me reúno con nuestros. o hablo con nuestros generales todo el tiempo. Y la situación de seguridad hacía que pareciera en ese momento dado que a comienzos del próximo año podríamos reducir la presencia de nuestras tropas. Eso era lo que pensábamos. hasta que las condiciones en el terreno cambiaron. Y cuando cambiaron, nuestros generales cambiaron de actitud. Y cuando su actitud cambió, mi actitud cambió.

Miren, deseo traer a nuestras tropas a casa lo más rápido posible. Pero no quiero partir antes de que logremos la victoria. Y la mejor manera de hacer eso es asegurarnos de que tengamos una estrategia que funciona, tácticas que se ajustan al enemigo y comandantes que se sienten seguros al hacerles recomendaciones al secretario y al Comandante en Jefe. Y es as que sucedió. En otras palabras, están diciendo que las cosas parecen positivas, que las cosas están avanzando. La situación de seguridad es. parece que podría ser así. Y luego cuando cambió, nosotros cambiamos. Y es importante que el pueblo estadounidense lo sepa, que estamos cambiando de táctica constantemente para afrontar la situación en el terreno.

Knoller.

P Discúlpeme.

EL PRESIDENTE: No.

P ¿Podría repreguntar?

EL PRESIDENTE: Bueno, está usando el tiempo de Wolffe. ¿Es esta su pregunta, Wolffe?

P No, señor, no lo es.

EL PRESIDENTE: Okay, okay.

P Pero cedo.

EL PRESIDENTE: Entonces es su pregunta.

P Sólo un momento.

EL PRESIDENTE: Okay.

P Sólo quería preguntarle rápidamente, señor, si cree que Iraq será capaz de defenderse, sostenerse y gobernarse para cuando usted acabe su periodo?

EL PRESIDENTE: Mike, creo que Iraq será capaz de defenderse, gobernarse y sostenerse; de lo contrario, retiraría las tropas. ¿Ven? Todos ustedes deben comprenderlo. Y los padres de nuestros soldados deben comprender que si yo no creyera que podemos tener éxito y no creyera que era necesario para la seguridad del país tener éxito, no tendría a sus seres queridos allá. Eso es lo que deseo que oigan esos padres.

Y ésa es una manera de doble intención de hacerme fijar un cronograma. Mi respuesta es, trabajaremos tan rápido como podamos para cumplir con la labor.

Mark y luego Richard.

P Gracias, señor.

EL PRESIDENTE: De esa manera le dará tiempo para.

P Comprendo por qué mantiene o asegura usted que los republicanos ganarán las elecciones de mitad de periodo. Pero en lo más profundo de su corazón no lo pensara, ¿nos lo diría? (Risas.) ¿Y siente rencor porque algunos candidatos republicanos parecen estar distanciándose de usted?

EL PRESIDENTE: ¿Saben? No, no estoy rencoroso, ni estoy rencoroso de que muchos demócratas estén usando mi retrato. Todo lo que les pido es que escojan uno bueno. (Risas.) Háganme lucir bien, por lo menos, en el retrato.

Mark, la primera parte de su pregunta, la parte seria, si pensase que vamos a perder, ¿les diría? No vamos a perder, en lo más profundo de mi corazón. (Risas.) No, nuevamente, comprendo cómo. miren, leo. miro los diarios por aquí. Veo por qué pueden pensar que estoy escondiendo algo en lo más profundo de mi corazón. La contienda ha concluido según dicen muchos de los pronunciamientos de expertos. Lo tienen todo resuelto. Y ellos simplemente. como dije, están celebrando la victoria. Simplemente no la han obtenido todavía, Mark, ¿Saben? Queda mucho tiempo. Y estos candidatos están trabajando arduamente por allá. Y mi mensaje para ellos es, continúen hablando sobre la seguridad de Estados Unidos y de mantener bajos los impuestos, y regresarán acá.

Última pregunta, Richard.

P Gracias, señor Presidente. En el 2000, usted hizo campaña por todo el país diciendo que quería liderar la era de la responsabilidad, para acabar con los días en que la gente decía, si lo hace sentir bien, hágalo, y si tiene cualquier problema, échele la culpa a otro.

EL PRESIDENTE: Correcto.

P Sin embargo, en los últimos meses, hemos visto a muchos miembros de su propio partido en el Congreso metidos en un escándalo u otro, y muy listos a echarle la culpa a otro, ya sean los fiscales o los demócratas o incluso los medios de prensa. Entonces, me pregunto, ¿por qué cree que tanta gente en su propio partido no ha alcanzado los estándares de la era de la responsabilidad?

EL PRESIDENTE: Si cualquier persona en cualquier partido deja de alcanzar altos estándares, se debe hacer que rindan cuentas, Richard. Es importante que exista confianza en los pasillos del Congreso y en la Casa Blanca y en todo el gobierno. Es necesario que la gente confíe en los líderes electos para que la democracia funcione de la mejor manera posible. Y espero totalmente que se haga que la gente rinda cuentas si hay transgresiones, así como espero que se haga que la gente en toda nuestra sociedad rinda cuentas por transgresiones.

Las personas sí tienen que asumir responsabilidad por las decisiones que toman en la vida. Yo acepto responsabilidad por las decisiones que he tomado. También comprendo que aquéllos de nosotros en cargos de responsabilidad tenemos el deber de aportar honor a los cargos que tenemos. La gente no tiene que estar de acuerdo con la opinión de alguien. Existen todo tipo de opiniones aquí. Pero para hacer que este país funcione y para hacer que la democracia triunfe, es necesario que haya altos estándares, y se debe hacer que la gente rinda cuentas para alcanzar dichos estándares.

Les agradezco su tiempo. Los veo en campaña.

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