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Office of the Press Secretary
23 de abril de 2005

DISCURSO RADIAL DEL PRESIDENTE A LA NACIÓN

DISCURSO RADIAL DEL PRESIDENTE A LA NACIÓN

Buenos Días. Como Comandante en Jefe mi responsabilidad más solemne es la de proteger al pueblo estadounidense. En estos momentos, nuestros valientes hombres y mujeres en uniforme están sirviendo en tierras lejanas - arriesgando sus vidas para reforzar nuestra seguridad. Debemos darles todos los recursos que necesiten para protegernos de las amenazas de enemigos empeñados y para que puedan prevalecer en la guerra contra el terror.

Aplaudo a la Cámara de Representantes y al Senado por su firme apoyo de mi solicitud de financiamiento suplemental para nuestras tropas que están sirviendo en las líneas del frente. Estos fondos ayudarán a proporcionar las armas, las municiones, piezas de repuesto y el equipo que nuestras tropas necesitan para hacer su trabajo. Le pido al Congreso que se una para resolver las diferencias que le quedan y enviarme un proyecto de ley a la brevedad posible.

A medida que nuestros hombres y mujeres en las fuerzas armadas ayudan a que nuestra Nación sea más segura, también están ayudando a transformar a otras naciones que hasta muy poco conocieron sólo la tiranía y la desesperación. En Afganistán, millones fueron a las urnas electorales después de que nosotros ayudamos a liberar a ese país de manos del Talibán.

En Irak, los sacrificios hechos por nuestras Fuerzas Armadas están ayudando a los iraquíes a construir un gobierno que responda al pueblo en lugar de lo contrario.

A medida que los iraquíes asumen mayor responsabilidad por la estabilidad de su país, las fuerzas de seguridad iraquíes se hacen cada vez más independientes y aceptan mayores responsabilidades. Hoy en día, más de 150,000 fuerzas de seguridad iraquíes han sido entrenadas y equipadas - y por primera vez, el ejército, la policía y las fuerzas de seguridad iraquíes son mayores en número que las fuerzas de Estados Unidos en Irak. Al igual que las personas libres en cualquier parte, los iraquíes quieren ser defendidos y dirigidos por sus propios compatriotas. Nosotros les ayudaremos a lograr ese objetivo, y entonces nuestras tropas podrán regresar a casa con el honor que se habrán merecido.

Al librar la guerra contra el terror y divulgar la libertad en el extranjero, seguimos buscando políticas económicas pro-crecimiento en casa.

El mantener la prosperidad en Estados Unidos exige frenar el apetito del gobierno federal para efectuar gastos. Es por eso que el presupuesto para el 2006 que presenté al Congreso limita el crecimiento de gastos discrecionales al 2.1 por ciento - por debajo de la tasa de inflación proyectada.

La disciplina en los gastos requiere decisiones difíciles. Todo programa gubernamental fue creado con buenas intenciones - pero no todos están aportando buenos resultados correspondientes a esas buenas intenciones. Mi presupuesto para el 2006 elimina, o disminuye considerablemente, más de 150 programas federales que no están dando buen resultado. que están duplicando esfuerzos existentes. o que no están cumpliendo con una prioridad esencial. El principio es sencillo: los dólares de los contribuyentes deben gastarse de manera inteligente, o no gastarse. El efectuar gastos de manera inteligente significa reducir gastos poco económicos que pueden amenazar la viabilidad de programas esenciales como Medicaid. Debemos terminar con pagos en exceso por medicinas recetadas por los estados y el gobierno federal. Trabajaremos con los estados para asegurar que los dólares federales para Medicaid se gasten adecuadamente y se destinen para ayudar a los necesitados. Y debemos cerrar vías escapatorias que permiten que las personas que pueden pagar por la atención médica desvíen los costos a Medicaid - y agoten los recursos necesarios para ofrecer atención médica a los estadounidenses más pobres.

Tener ahorros en mi presupuesto es fundamental para ayudarnos a mantener el crecimiento de nuestra economía y la creación de empleos. Ahora los miembros del Congreso necesitan unirse para someterme un presupuesto que financie nuestras prioridades, asegure que los impuestos sigan bajos, y nos mantenga bien encaminados para cortar el déficit en la mitad hasta el año 2009.

Gracias por escuchar.