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Office of the Press Secretary
30 de enero de 2003
DECLARACIONES DEL VICEPRESIDENTE EN LA 30ma CONFERENCIA ANUAL DE CONSERVATIVE POLITICAL ACTION
The Crystal Gateway Marriott, Sala Arlington
Arlington, Virginia
12:00 P.M. EST
EL VICEPRESIDENTE: Muchísimas gracias a todos. Fue una gran bienvenida. Fue una gran bienvenida. Y, Dave, gracias por todas aquellas bondadosas palabras. Simplemente está celoso por que soy un mejor pescador con mosca que él. (Risas.) Pero, de hecho, estoy muy contento de estar hoy aqu para pasar un rato con la CPAC, particularmente en el 30mo aniversario de una gran organización. CPAC ha defendido consistentemente a lo largo de los años aquellas ideas que hacen grandioso a los Estados Unidos: el gobierno limitado, la libre empresa, los impuestos bajos y una fuerte defensa nacional. Y hoy, es un honor para mí prestar servicios de lado de un gran Presidente que está poniendo los principios en práctica, George W. Bush. (Aplausos.)
Hace dos noches, me sentí muy orgulloso mientras el Presidente pronunciaba su discurso sobre el Estado de la Nación y presentaba un plan de trabajo completo para la nación para el 2003 y más adelante. Este va a ser un año de mucha consecuencia en la historia de nuestra nación y en la historia de la libertad. Tenemos muchas responsabilidades, pero no tenemos el lujo de asumirlas una a la vez. Debemos afrontarlas todas a la vez.
Bajo el liderazgo del Presidente, su gobierno se esforzará por generar prosperidad en todo el país y responderemos a cada peligro y cada enemigo que amenace al pueblo estadounidense. Este año cumpliremos con un compromiso vinculante con los estadounidenses mayores de edad, al colaborar para mejorar Medicare y dar a todos los ancianos la opción de un plan médico que incluya los medicamentos recetados. El sistema médico estadounidense ofrece la atención de la más alta calidad en el mundo y no debemos menoscabar esa calidad con un sistema de atención de la salud nacionalizado que dicte la cobertura y racione la atención. Tampoco debemos cruzarnos de brazos mientras el sistema de atención de la salud es menoscabado por las demandas injustas y frívolas contra los médicos y hospitales. (Aplausos.)
La cultura de demandas hace que todos paguen más por la atención de la salud. Y está causando que muchas regiones de los Estados Unidos pierdan médicos excelentes. Es hora de poner fin a estos abusos con una estricta reforma de responsabilidad médica. También es hora de dar pasos audaces para mejorar nuestra independencia energética y lograr mejoras en el medio ambiente de formas que otras generaciones jamás soñaron eran posibles. El Presidente ha remitido al Congreso un proyecto de ley abarcador para promover la eficiencia y la conservación, para desarrollar tecnología menos contaminante, y para producir más energía aquí mismo en los Estados Unidos. Además, iniciaremos un importante proyecto de investigación para que Estados Unidos encabece al mundo en el desarrollo de automóviles que son propulsados por el hidrógeno. Con una dedicación considerable a esta empresa, haremos que el aire sea más puro y que nuestra nación dependa mucho menos de fuentes extranjeras de energía.
Con el Presidente Bush al mando, continuaremos forjando una cultura que defiende la dignidad de cada vida. (Aplausos.) Y fomentaremos la labor compasiva de los grupos comunitarios y basados en la fe en todo el país. Y en nuestra calidad de nación grandiosa, estableceremos estándares más altos para la humanidad al aprobar una ley contra la clonación y al poner fin a la práctica de los abortos de parto parcial. (Aplausos.)
Por el bien de las familias de Estados Unidos, estamos esforzándonos todos los días por dirigir a esta economía en un rumbo de crecimiento enérgico a largo plazo. El Presidente Bush tiene una filosofía económica muy clara. Reconocemos que el gobierno no crea riqueza; no crea puestos de trabajo. La función del gobierno es derrumbar las barreras que impiden el crecimiento económico. (Aplausos.)
Estados Unidos ha enfrentado una recesión, un ataque terrorista, escándalos corporativos y bajas bursátiles; sin embargo, tenemos la economía más fuerte, más resistente que jamás haya tenido el mundo. Pero no podemos quedarnos satisfechos hasta que todos los que deseen trabajar puedan encontrar empleo. Y nuestra misión es acelerar el crecimiento económico y añadir puestos nuevos en todo el país.
Hace dos años, el Congreso aprobó el recorte tributario de Bush pero refrenó todos los recortes hasta el año 2006. Consideramos que si la desgravación fiscal es suficientemente buena para los estadounidenses dentro de varios años, es lo suficientemente buena para los estadounidenses hoy. (Aplausos.) En vez de reducir la penalidad al matrimonio gradualmente, deberíamos hacerlo ahora. En vez de aumentar lentamente el crédito por hijo, deberíamos hacerlo ahora. Y deberíamos enviar los cheques a las familias de los Estados Unidos tan pronto como sea posible. Y para mejorar la responsabilidad y la buena administración de las corporaciones, meter más dinero en el mercado inmediatamente, tratar a los contribuyentes equitativamente, y fomentar el ahorro y la inversión, le estamos pidiendo al Congreso que ponga fin a la doble imposición de los dividendos. (Aplausos.)
Según el plan del Presidente, los estadounidenses recibirán recortes tributarios valorados en $98,000 millones durante los próximos 16 meses. Casi la mitad de esa cantidad -- $47,000 millones - son recortes tributarios dirigidos a los dueños de las pequeñas empresas. Y para ayudar a garantizar que los pequeños empresarios, agricultores y rancheros puedan heredar el fruto de su trabajo de toda la vida a la próxima generación, queremos eliminar el impuesto a las sucesiones de una vez por todas. (Aplausos.)
Los datos económicos de hoy sobre el cuarto trimestre enfatizan la necesidad de que el Congreso apruebe tan pronto como sea posible el plan del Presidente para la creación de puestos y el crecimiento. Las propuestas del Presidente reducirán la carga impositiva del pueblo estadounidense en $670,000 millones durante los próximos 10 años. Al dejar más dinero en las manos de las personas que lo ganan, la gente que gastará e invertirá y ahorrará y le dará impulso a nuestra recuperación, contribuiremos a crear más puestos y, a fin de cuentas, aumentar los ingresos tributarios del gobierno. El camino de regreso a un presupuesto equilibrado es el crecimiento más acelerado de la economía estadounidense y la disciplina con los gastos en Washington, D.C. En todas estas propuestas - a favor de mejor atención para los ancianos, reformas legales, más independencia energética, el plan para el crecimiento y los puestos de trabajo - vemos el tipo de concentración, claridad de propósito y sentido del deber que los estadounidenses ven y admiran en el Presidente Bush.
Con esas mismas cualidades de carácter ha liderado a esta nación durante una época de gran dificultad y peligro. Y está liderando al mundo en una batalla urgente contra una red de asesinos. Por delante en la guerra contra el terrorismo se encuentran grandes decisiones y horas cruciales. Pero que no haya duda alguna, prevaleceremos. (Aplausos.)
Desde los ataques del 11 de septiembre, todos los niveles de nuestro gobierno han dado pasos importantes para proteger a los Estados Unidos del terrorismo. Creamos el Departamento de Seguridad del Territorio Nacional para movilizarnos contra una gran variedad de amenazas posibles. Más de 50,000 inspectores federales están destacados en nuestros aeropuertos. Hemos puesto más alguaciles en los aviones y aumentado la seguridad en las plantas energéticas, los puertos y cruces fronterizos. Hemos comenzando a vacunar contra la viruela a las tropas y aquellos que son los primeros en responder y estamos acumulando suficientes vacunas contra la viruela para cada uno de los estadounidenses. Estamos utilizando tecnologías nuevas para detectar las armas de destrucción en masa. Estamos desarrollando un Terrorist Threat Integration Center (Centro de Integración de Amenazas Terroristas) para reunir y analizar en un sólo lugar toda la información acerca de las amenazas. Estamos comenzando a montar una defensa contra los misiles balísticos. Y estamos iniciando el proyecto Bioshield, un esfuerzo integral para desarrollar y poner a la disposición medicamentos y vacunas modernos y eficaces para protegernos de los ataques con armas biológicas y químicas y otros agentes peligrosos. Con estas medidas, procuramos proteger a nuestra nación de peligros nuevos y temibles. Pero aunque las amenazas que enfrentamos no tienen precedente, nuestras responsabilidades son conocidas.
Una vez más, estamos defendiéndonos a nosotros mismos y a la seguridad y la supervivencia de la propia civilización. Y como dijo el Presidente Bush, aceptamos esta responsabilidad. Actualmente, Estados Unidos encabeza una coalición mundial que está compartiendo datos de inteligencia, acorralando a los terroristas, congelando los recursos de los grupos terroristas y las organizaciones frente. Hemos privado a al-Qaida de sus refugio en Afganistán. Y como vimos apenas esta semana, continuamos interrumpiendo sus esfuerzos por reorganizarse. Hemos capturado o matado a los terroristas líderes de al-Qaida y hemos desestabilizado su cadena de comando. Nuestros oficiales de la ley y de inteligencia están trabajando muchísimo para frustrar las conspiraciones terroristas tanto acá como en el extranjero. Y aunque muchos de los éxitos no son proclamados, les puedo decir que se han frustrado numerosos ataques terroristas contra los Estados Unidos y nuestros aliados desde el 11 de septiembre.
Los Estados Unidos y nuestros aliados también han desmantelado células terroristas en Italia, España, Gran Bretaña, Alemania, Francia, Singapur, Malasia y congelado muchos millones de dólares en recursos terroristas. Hemos arrestado a más de 3,000 presuntos terroristas en todo el mundo y sacado de circulación a muchos de los líderes superiores de al-Qaida por asesinar a estadounidenses y otros ciudadanos inocentes. Y continuaremos buscando a aquellos en fuga.
En lo que respecta a al-Qaida y sus aliados, estamos lidiando con una red que opera en 50 países o más en todo el mundo, que ha asesinado a estadounidenses en Bali, en Kuwait, en Yemen y en Jordania, y que está decidida a adquirir y utilizar armas de destrucción en masa contra nosotros y nuestros aliados. Contra tales enemigos, Estados Unidos y el mundo civilizado tiene una sola opción: Dondequiera que operen los terroristas, los encontraremos;
dondequiera que moren, los acorralaremos.
También continuaremos nuestros esfuerzos por afrontar el grave peligro que representa el régimen al margen de la ley en Iraq. No permitiremos que un dictador brutal con vínculos con el terrorismo y una trayectoria de agresión temerario domine el Medio Oriente y amenace a los Estados Unidos de Norteamérica. (Aplausos.)
Hace doce años, Saddam Hussein acordó librar a Iraq de todas sus armas de destrucción en masa. Durante 12 años ha violado ese acuerdo al tratar de obtener armas químicas, biológicas y nucleares aún mientras los inspectores de la ONU se encontraban en Iraq. El pasado otoño, gracias al liderazgo del Presidente Bush, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución unánimemente que daba a Iraq una última oportunidad de desarmarse. Los inspectores fueron enviados a Iraq no para determinar si Saddam tiene armas de destrucción en masa, sino simplemente para confirmar que Iraq realmente se estaba desarmando, tal como lo requieren las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Desafortunadamente, la declaración que Iraq proporcionó el mes pasado a las Naciones Unidas acerca de su programa de armas y misiles demostró claramente que Saddam no tiene ninguna intención en absoluto de acatar las demandas del mundo.
Hace un tiempo, la ONU confirmó que Iraq tenía suficiente material para producir más de 25,000 litros de ántrax (carbunco), más de 38,000 litros de toxina botulínica, y hasta 500 toneladas de sarin, gas mostaza y el agente nervioso VX. Sabemos que tenían 30,000 proyectiles capaces de distribuir armas químicas y varios laboratorios móviles de armas biológicas diseñados para producir agentes de guerra microbiana en marcha. Sin embargo, Saddam Hussein nunca ha dado cuenta de estos instrumentos del terror ni los ha destruido. Y su deseo por las armas nucleares no disminuye. Saddam Hussein continúa su juego de desafío, retrasos y engaño de hace una década. Está bloqueando el rastreo aéreo no restringido. Sus agentes de seguridad están escondiendo documentos y materiales de los inspectores de la ONU. Sus agentes de inteligencia están haciéndose pasar por científicos. Y Saddam Hussein ha decretado que los verdaderos científicos que cooperen con los inspectores de la ONU serán matados, así como sus familias.
La búsqueda de armas de destrucción en masa de Saddam Hussein posa un grave peligro, no sólo para sus vecinos, sino también para los Estados Unidos. Su régimen ayuda y protege a los terroristas, incluso a los miembros de al- Qaida. Podría decidir secretamente proporcionar armas de destrucción en masa a los terroristas para su uso contra nosotros. Y como dijo el Presidente la noche del martes, tomaría solamente vial, un frasco, una caja para crear un día de horror como ninguno jamás visto.
Es por ello que enfrentar la amenaza que posa Iraq no es una distracción de la guerra contra el terrorismo; es absolutamente crucial para ganar la guerra contra el terrorismo. (Aplausos.) Estados Unidos busca un mundo de paz, pero no aceptaremos una amenaza seria contra nuestro país, nuestros amigos y nuestros aliados. El miércoles próximo, el Secretario de Estado Powell presentará información y datos de inteligencia al Consejo de Seguridad de la ONU acerca del desafío en curso de Iraq. Nuestro propósito no es simplemente seguir un procedimiento; es poner fin a las terribles amenazas contra un mundo civilizado. Y como dijo el Presidente la otra noche, el curso de esta nación no depende de las decisiones de otros. (Aplausos.)
Cualquiera la acción que se requiera, dondequiera la acción sea necesaria, defenderemos la libertad y la seguridad del pueblo estadounidense. Damas y caballeros, en este momento crucial tengo el honor de estar de lado de un gran Presidente que está decidido a prevenir que los terroristas del mundo y sus patrocinadores hagan realidad sus ambiciones malévolas. Al dirigirse a esta conferencia hace más de 20 años, en 1981, el Presidente Ronald Reagan
aseguró al público que, "si salimos victoriosos y cambiamos el curso, podemos esperar que siempre que los hombres hablen de la libertad y de aquellos que la protegieron, nos recuerden. Y dirán, 'aquí estuvieron los valientes y aquí, su sitio de honor' ".
Como saben todos en esta sala, el Presidente Reagan probó que estaba a la altura de los problemas de su era. Y el Presidente Bush está probando igualmente que está a la altura de los problemas de la nuestra. (Aplausos.) Haremos que nuestro país sea más fuerte, mejor, esté más protegido. Enfrentaremos cada amenaza de cada fuente que pueda hacerle daño a los Estados Unidos y a nuestros amigos. Y en todo lo que se nos llame a hacer, honraremos los más altos ideales de esta nación -- la libertad y la justicia -- en un mundo en paz. Muchísimas gracias. (Aplausos.)
END 12:16 P.M. EST